Seguridad jurídica y protección social: los contratos colectivos de trabajo en Brasil en tiempos pandémicos

Resumen

Los sindicatos ejercieron, a lo largo de la historia, un importante papel en la conquista y consolidación de los derechos sociales, especialmente los laborales. Esto no ocurre tan solo en la medida en que los movimientos sindicales ejercen presión para que el poder público positive sus derechos, sino también el de permitir asegurar las garantías y protecciones específicas hacia sus representados, mediante Contratos y Convenciones Colectivas de Trabajo. Esta segunda vía recibe mayor relevancia en momentos de crisis económicas o sociales, a ejemplo del escenario impuesto por la pandemia del coronavirus. No es para menos que la Constitución Federal brasileña reconozca la validez de los Contratos y Convenciones Colectivas de Trabajo y el Código Laboral (CLT) privilegie lo negociado sobre lo legislado, en relación a una grande gama de temas. Durante la pandemia, fueron frecuentes las normas colectivas que, además de reglamentar los puntos generales en normas de ese tipo de naturaleza – tales como el piso salarial de la categoría y el banco de horas, por ejemplo – disciplinaron también aspectos sobre los cuales la legislación ha sido omisa, generando dificultades periódicas durante la pandemia del coronavirus. Es el caso del teletrabajo: la legislación brasileña reglamenta aspectos elementales sobre esta modalidad laboral, dejando un vacío sobre la serie de condiciones de orden práctico, con los cuales las empresas y trabajadores se deparan abruptamente cuando se trata de la imposición del distanciamiento social. Las negociaciones colectivas regulando ese tema tuvieron la doble conquista de conferir la seguridad jurídica de las relaciones laborales y aseguraron la efectiva protección social de sus representados.